miércoles, 23 de noviembre de 2011

Costumbres, creencias y valores en Rumanía


Mărţişor


Mărţişorul (1 de Marzo)es una fiesta tradicional de Rumanía. Se celebra la llegada de la primavera, la frescura, la alegría y la victoria del bien sobre el mal.
En esta ocasión, las mujeres reciben pequeños regalos, objetos decorativos ("mărţişoare") atados con un hilo blanco y rojo, como símbolos que atraen fortuna y bienestar. El rojo es considerado color de la primavera, y el blanco del invierno. Esta fiesta nos remite a las primeras flores de la primavera. La más representativa es: el galanto o la "campanilla de invierno", que puede crecer aún cuando queda algo de nieve en el suelo.
Cabe mencionar que, originariamente, la tradición dice que tanto hombres como mujeres se ofrecían una moneda atada con hilo blanco y rojo. Se consideraba que la persona que la llevaba atraía poder y salud durante todo un año. En ocasiones las mujeres ofrecen mărţişoare a los hombres todavía hoy en día. En algunas partes de Rumanía, el símbolo de la primavera era una medalla de oro o de plata, que se llevaba alrededor del cuello. Después de llevar la moneda durante doce días, la persona usaba la moneda para comprar queso dulce. De esta forma su cara quedaba hermosa y limpia durnate el resto del año.


Dragobetele





Dragobetele
La fiesta de Dragobete es el equivalente rumano del Día de San Valentín, y se celebra en Rumanía el 24 de febrero de cada año.


Según las creencias populares, quien participaba en esta fiesta sería protegido de todas las enfermedades del año; particularmente de la fiebre, aunque contribuía además al bienestar del hogar. 
Vestidos con trajes de fiesta, los jóvenes y las jóvenes se daban cita frente a la iglesia del pueblo. Partían hacia bosques y llanuras para coger las flores de la primavera. En el sur de Rumanía, las chicas regresaban al pueblo corriendo, seguidas de los chicos que se habían enamorado de ellas. Si el chico era lo bastante rápido para llegar a la chica amada, y él le gustaba también a ella, se besaban delante de todo el mundo. Ese beso significaba el compromiso de los dos por un año o incluso más, ya que Dragobetele era una ocasión para que la gente se enterase de las bodas que se iban a celebrar próximamente.


Ese día la gente mayor cuidaba de todos sus pájaros y también de los pájaros del cielo. No se debía sacrificar ningún animal para no estropear la magia de los "enamoramientos" de tan especial día. Las mujeres casadas solían tocar a un hombre de otro pueblo, para ser cariñosas con su marido todo el año. Las señoritas recogían las últimas huellas de nieve, llamada "zăpada zânelor" ("la nieve de las hadas"), y el agua que resultaba de esa nieve era usada a lo largo del año para el embellecimiento y para fórmulas mágicas de amor.
Irina Petcu, Iuliana Manole

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